Colombia, enero de 2019
Señor
Embajador de Francia en Colombia
Gautier MIGNOT
Bogotá
Su gobierno
ha anunciado recientemente un aumento en los costos de inscripción
universitaria dirigido exclusivamente a aquellos estudiantes extranjeros
provenientes de países no vinculados a la Unión Europea. Ese aumento ha sido en
un porcentaje exorbitante, puesto que de 170 euros anuales para una licencia se
ha pasado a 2770 euros y, para master y doctorado, se ha pasado de 380 euros
anuales a 3770 euros. Ante esas cifras es muy difícil que seamos indiferentes
acerca de las consecuencias para estudiantes y comunidades académicas que,
hasta ahora, veíamos a Francia como un referente cultural y como un bastión de
prácticas igualitarias e incluyentes en su sistema educativo.
Por supuesto,
su gobierno es soberano en tomar ese tipo de medidas; sin embargo, quienes en
América latina hemos promovido que nuestros hijos, nuestros discípulos,
nuestros colegas y nosotros mismos hagamos estudios universitarios, en
cualquier nivel, en Francia, sentimos de inmediato que se trata de una medida
discriminatoria, a pesar de la aparente buena intención de atraer a estudiantes
de excelencia. Todo lo contrario, con esta alza en las inscripciones
universitarias, Francia parece cerrar sus puertas a cualquier contacto generoso
e igualitario con colegios y universidades latinoamericanos que han sido
activos promotores de vínculos con el sistema educativo francés.
Es muy
posible que para el gobierno francés América latina no tenga mayor valor geoestratégico
y que muy poco le interese avanzar en relaciones académicas y culturales
estrechas con nuestros países; en todo caso, no tiene mayor sentido la
existencia de los liceos franceses o de convenios de intercambio entre pares o
de cotutela y doble titulación entre universidades, mientras persista la
intención de cerrarles las puertas a estudiantes latinoamericanos de cualquier
origen socio-económico que, de modo genuino, estén capacitados para hacer
estudios universitarios en instituciones francesas.
En Colombia,
profesores universitarios, padres de familia, estudiantes, egresados de
universidades francesas e intelectuales en general nos hemos puesto de acuerdo
en deplorar y rechazar esta medida excluyente del gobierno del presidente
Emmanuel Macron. Lo lamentamos por nosotros y lo lamentamos por Francia, un
país que nos había enseñado a apreciar ciertos valores democráticos.