Hoja suelta de opinión del profesor Gilberto Loaiza Cano. Licenciado en Filología, Master en Historia y Doctor en Sociología. Profesor titular del Departamento de Filosofía, Universidad del Valle. Premio Ciencias Sociales y Humanas, Fundación Alejandro Ángel Escobar, 2012. Línea de investigación: Historia intelectual de Colombia.

domingo, 1 de septiembre de 2024

Pintado en la Pared No. 323 (7)

 

La formación doctoral en Colombia (7)

Sigamos presentando aquellas condiciones deseables para los doctorados en las ciencias humanas colombianas.

Cuatro. Las becas para estudiantes de doctorado deben incluir inscripción gratuita y salario mensual. Luego de aprobado el proyecto de investigación, las y los estudiantes tendrán derecho, además, a la financiación de todo el proceso de investigación que puede incluir: estancias dentro y fuera del país, visitas a archivos y bibliotecas dentro y fuera del país, asistencia a congresos y otros eventos de difusión de avances de la tesis. La beca se pierde si la o el estudiante no sostiene un promedio determinado de notas; si no cumple con un plan de trabajo acordado con su director de tesis; y si no publica avances de su tesis antes de la graduación.  

Cinco. El punto culminante de la carrera profesoral debería ser la del investigador de dedicación exclusiva, el o la profesora será responsable de un curso o seminario de presentación de sus investigaciones y se ocupará de dirigir, en exclusiva, a estudiantes de doctorado. Eso significaría una modificación del estatuto profesoral vigente en las universidades públicas colombianas.

Seis. El primer año de formación será escolarizado e intensivo, compuesto de dos semestres. En cada semestre habrá por lo menos doce sesiones semanales de tres seminarios. En cada seminario debe responderse, semanalmente, por lecturas previamente asignadas. Es decir, por lo menos tres libros deberán ser leídos, discutidos y reseñados por escrito cada semana. Por lo menos una tercera parte de la bibliografía de cada seminario deberá constituirse de obras en lengua extranjera. Los seminarios, en su conjunto, serán diseñados para actualizar en teorías, modelos, métodos, escuelas y corrientes de las diferentes ciencias humanas.

Siete. Las y los nuevos doctores deberían contar con la certeza de una transición rápida al mundo laboral universitario. Formar doctoras y doctores para el ensanche de la universidad colombiana. De modo que una tarea de las oficinas de planeación de nuestras universidades debe ser garantizar el reclutamiento de aquellos egresados que cumplieron con todas las exigencias de la formación doctoral. Esto puede implicar convenios más asertivos entre las universidades públicas colombianas. Si en realidad hubiese un sistema universitario público, tendríamos un volumen y un ritmo de intercambios entre estudiantes, profesores y nuevos doctores que haría posible, para evitar endogamias y localismos, que egresados de universidades puedan ser docentes en otras distintas a la de su formación.

Ocho. Una consecuencia inmediata de este somero esquema que alcanzamos a elucidar es que el ritmo de producción de un doctorado, en que es notoria la dedicación exclusiva de estudiantes y profesores, derive en revistas especializadas muy sólidas, muy estables que sinteticen una laboriosa conversación interdisciplinar e interuniversitaria.  

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