La formación doctoral en Colombia (7)
Sigamos presentando aquellas
condiciones deseables para los doctorados en las ciencias humanas colombianas.
Cuatro.
Las becas para estudiantes de doctorado deben incluir inscripción gratuita y
salario mensual. Luego de aprobado el proyecto de investigación, las y los
estudiantes tendrán derecho, además, a la financiación de todo el proceso de
investigación que puede incluir: estancias dentro y fuera del país, visitas a
archivos y bibliotecas dentro y fuera del país, asistencia a congresos y otros
eventos de difusión de avances de la tesis. La beca se pierde si la o el estudiante
no sostiene un promedio determinado de notas; si no cumple con un plan de
trabajo acordado con su director de tesis; y si no publica avances de su tesis
antes de la graduación.
Cinco.
El punto culminante de la carrera profesoral debería ser la del investigador de
dedicación exclusiva, el o la profesora será responsable de un curso o
seminario de presentación de sus investigaciones y se ocupará de dirigir, en
exclusiva, a estudiantes de doctorado. Eso significaría una modificación del
estatuto profesoral vigente en las universidades públicas colombianas.
Seis.
El primer año de formación será escolarizado e intensivo, compuesto de dos
semestres. En cada semestre habrá por lo menos doce sesiones semanales de tres
seminarios. En cada seminario debe responderse, semanalmente, por lecturas
previamente asignadas. Es decir, por lo menos tres libros deberán ser leídos,
discutidos y reseñados por escrito cada semana. Por lo menos una tercera parte
de la bibliografía de cada seminario deberá constituirse de obras en lengua
extranjera. Los seminarios, en su conjunto, serán diseñados para actualizar en
teorías, modelos, métodos, escuelas y corrientes de las diferentes ciencias
humanas.
Siete.
Las y los nuevos doctores deberían contar con la certeza de una transición
rápida al mundo laboral universitario. Formar doctoras y doctores para el
ensanche de la universidad colombiana. De modo que una tarea de las oficinas de
planeación de nuestras universidades debe ser garantizar el reclutamiento de
aquellos egresados que cumplieron con todas las exigencias de la formación
doctoral. Esto puede implicar convenios más asertivos entre las universidades
públicas colombianas. Si en realidad hubiese un sistema universitario público,
tendríamos un volumen y un ritmo de intercambios entre estudiantes, profesores
y nuevos doctores que haría posible, para evitar endogamias y localismos, que
egresados de universidades puedan ser docentes en otras distintas a la de su
formación.
Ocho.
Una consecuencia inmediata de este somero esquema que alcanzamos a elucidar es
que el ritmo de producción de un doctorado, en que es notoria la dedicación
exclusiva de estudiantes y profesores, derive en revistas especializadas muy
sólidas, muy estables que sinteticen una laboriosa conversación
interdisciplinar e interuniversitaria.
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