Hoja suelta de opinión del profesor Gilberto Loaiza Cano. Licenciado en Filología, Master en Historia y Doctor en Sociología. Profesor titular del Departamento de Filosofía, Universidad del Valle. Premio Ciencias Sociales y Humanas, Fundación Alejandro Ángel Escobar, 2012. Línea de investigación: Historia intelectual de Colombia.

martes, 29 de septiembre de 2015

Pintado en la Pared No. 128

Gerhard Masur, historiador alemán

En estos tiempos de disputas por la representación de la figura de Simón Bolívar, he recordado la biografía que escribió el historiador alemán Gerhard Masur (1901-1975). Hace unos años, en la estación de tren de Baden-Baden, un ciudadano alemán con un fluido español de acento caribeño, en medio de los apretujones y afanes del andén de espera, me contó que había aprendido el español mientras su padre cumplía funciones diplomáticas en Venezuela y en algunas islas del Caribe. Cuando supo que yo era historiador, me lanzó una pregunta que exigió una respuesta apresurada, casi automática, porque el tren acababa de llegar: “¿Qué biografía me recomienda sobre Simón Bolívar?”; mientras subía al vagón logré decirle, casi gritarle, que la mejor biografía la había escrito precisamente otro alemán, Gerhard Masur.
No sé si aquel señor de apellido Müller tomó nota de mi recomendación. Hoy sigo pensando que la biografía de Masur es un tesoro, a pesar de sus inconsistencias. Y lo es por otras razones que he venido descubriendo, entre ellas por el carácter del propio biógrafo. La primera edición en español data de 1948, año difícil de la historia de Colombia. Sólo el paso de la versión original en alemán a la española está teñida de peripecias y tergiversaciones del original; aquello de traduttore traditore parece cumplirse a la perfección en este caso. La primera versión fue alemana, le siguió el paso al inglés y del inglés vertió al español. Ese proceso de tergiversación dice mucho de una dificultad comunicativa en el medio intelectual latinoamericano.
Más interesante es que Masur, en su juventud, pareció tener vínculos con el nazismo, luego tuvo que optar por el exilio y cumplió su parábola por algunos países del sur de América y se estableció en Estados Unidos, donde enseñó por muchos años. Antes de 1948,  e incluso cuando todavía vivía en Alemania, ya era un aplicado continuador de las enseñanzas fundadoras de Leopold Ranke y de las propuestas biográficas de Wilhelm Dilthey. La relación entre poesía y vida la ejercitó en varias ocasiones; en 1939, por ejemplo, con el apoyo de unas traducciones de Guillermo Valencia y Otto de Greiff, escribió una interpretación de la poesía de Goethe. Más  explícito, poco después de la primera edición de su Simón Bolívar, escribió un ensayo para el Journal of History of Ideas sobre el autor de Poetry and Experience.  
El biógrafo alemán fue situándose en el  paisaje académico de la abarcadora historia de las ideas promovida por los profesores reunidos en aquella revista norteamericana. Su vínculo con esta tendencia historiográfica tuvo corolario en su aporte al Dictionary of the History of Ideas, en 1968; los editores le encargaron escribir sobre “Crisis in History”. Antes de su muerte, en 1975, viajó a Berlín y anudó sus recuerdos de infancia y adolescencia en esa ciudad. Escribió una historia urbana, Imperial Berlin, con base en aquella remembranza.

Gerhard  Masur fue un historiador alemán que dejó una trayectoria que va mucho más allá de su biografía bendecida por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela y por las embajadas de la "revolución bolivariana"; sus posibles vínculos con los intelectuales colombianos en los decenios 1940 y 1950, su difusión del pensamiento de Dilthey, su cercanía con los historiadores de las ideas son asuntos por desenredar y que, seguramente, agregarán matices para entender el proceso de institucionalización de la ciencia histórica en este lado del Atlántico.   

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